Empieza marzo. El mes que nos trae la primavera. Y en Waingunga es motivo de celebración. Aunque cada cambio de estación lo es, porque cada época trae cambios maravillosos, es innegable que la primavera viene cargada de luz, buen rollo y naturaleza a pleno rendimiento. Por eso aquí la recibimos… ¡nadando! Sí, has leído bien. El evento estrella del mes es la I Travesía a nado Waingunga
Por eso, para entrar en calor, hemos invitado al nadador lepero Daniel Santana a que nos cuente esa vivencia tan alucinante que tuvo el año pasado cuando consiguió su reto personal: cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar. Desde Waingunga le dimos entonces todo nuestro apoyo, colaborando con él como esponsor. Así que sufrimos y disfrutamos cada brazada. Descubre cómo fue todo aquí, contado en sus propias palabras.
Muy buenas. Mi nombre es Daniel Santana Fernández. Mi vida deportiva empezó desde muy pequeño en el mundo del voleibol. Desde los comienzos en infantiles hasta absoluto me llevé veinte años practicando este deporte de todas las maneras: como jugador, como entrenador, como árbitro, como directivo…
Llegó un momento en que necesitaba un cambio, deportivamente hablando. Quería probar nuevos deportes y en 2004 empecé a trabajar como monitor de natación. Desde entonces empecé a nadar y a formarme como nadador. Era un deporte nuevo para mí, uno que no había hecho ni practicado nunca. Poco a poco me fui enganchando y alternando travesías de verano con algún que otro triatlón.
Al terminar el verano de 2015 decidí plantearme seriamente un sueño que llevaba en mi cabeza algunos años: CRUZAR A NADO EL ESTRECHO DE GIBRALTAR. Tras hablar con la ACNEG (Asociación de Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar) que se encarga de organizar el cruce, conseguí hacer un equipo de cuatro nadadores, dos chicos de Madrid, Pedro y Luis, Mari Ángeles, compañera de trabajo, y yo.
A principios de enero de 2016 empezamos a entrenar fuerte para el cruce. Hasta entonces solo había nadado para estar en forma y para hacer alguna que otra travesía, pero nunca me había puesto de verdad para una prueba tan grande. Había que ponerse las pilas y entrenar muy seriamente. En seis meses nadamos más de 400 km., además de las horas de entreno fuera del agua: correr, gimnasio, etc.
22 de julio de 2016. Llegó la hora de la verdad. Llegó el día de demostrarme a mí mismo si era o no capaz de lograrlo. Estaba muy nervioso. Había esperado mucho tiempo y el camino hacia ese día había sido duro. Ya no había marcha atrás. Había que tirarse al agua. Era uno de los días deportivos más importantes de mi vida. Estaba muy centrado y tenía muy claro lo que tenía que hacer.
Tras tirarme al agua se fueron todos los nervios. Comencé a nadar. Estaba muy a gusto y relajado, y me encontraba muy bien físicamente. Empezamos a tirar en grupo y poco a poco íbamos avanzando. Sin darnos cuenta, nos encajamos en la mitad del estrecho. Llevábamos dos horas nadando y 8 km. recorridos, un tiempo y ritmo muy buenos, mejor de lo pensado. Las paradas de avituallamiento iban según lo previsto.
Pero todo no podía ser tan fácil. A partir de aquí y en mitad de la travesía, el Estrecho dio la cara y dijo aquí estoy yo. Se levantó viento con rachas muy fuertes y con olas de 1’5 metros. Nosotros seguíamos a lo nuestro: nadar, nadar, nadar… Y a seguir buscando nuestro objetivo.
Tras cuatro horas nadando, desde el barco de apoyo nos avisaban de que ya estábamos llegando. Quedaba apenas 1.500 metros, los cuales se hicieron largos, porque nadábamos y casi no avanzábamos por culpa de las corrientes. Pero cuatro horas y 35 minutos después de nuestra salida desde Tarifa, por fin tocamos tierra africana.
Estallamos de alegría. ¡Habíamos conseguido nuestro objetivo! Había sido duro pero había merecido la pena. Nos abrazamos, reímos, lloramos. Muchísimas sensaciones. Fue impresionante. Algo increíble. Lo habíamos conseguido. Sueño cumplido. Una experiencia única que jamás olvidaré y que espero repetir algún día.
Tras la experiencia del cruce del Estrecho, este año quería proponerme un nuevo reto. Quería algo diferente y tenía muchas ganas de hacer algo solidario. Estuve un tiempo mirando travesías de larga distancia, pero nada me convencía. Un día, mirando por internet, empecé a medir distancias por las playas de Huelva, hasta que sumando y sumando salió la distancia de Huelva La Luz.
Para una persona era mucho recorrido, pero para dos era algo más asequible. Se lo propuse a mi compañera Mari Ángeles y me dijo que sí. Yo veía que podíamos hacerlo. Pues adelante. Y así empezó esta locura.
Decidimos coger la Fundación Vicente Ferrer porque ya habíamos hecho cosillas con ellos y nos gustaban sus proyectos y su forma de trabajar y ver las cosas. Pero también queríamos hacer algo por el pueblo, así que decidimos colaborar también con Aspandle, una asociación que lleva muchos años trabajando en Lepe con personas con discapacidad y que necesitan muchísimo apoyo.
Desafío Huelva La Luz es una prueba 100% benéfica. Todo lo que se recaude será para estas dos fundaciones. En principio, la parte benéfica de la prueba es lo más importante para nosotros, porque el objetivo principal es conseguir el reto solidario y ayudar desde el deporte a los más necesitados. La parte deportiva queda en un segundo plano, aunque la verdad es que es un reto deportivo muy importante. Es una travesía a nado que no se ha hecho nunca y algo muy complicado de conseguir.
Sabemos que va a ser muy duro y tal vez no lo consigamos, pero nos lo planteamos con mucha ilusión y con muchas ganas. Son 80 km. que recorreremos en relevos durante unas 24 horas. La salida será el sábado día 8 de julio de 2017 desde la playa de Isla Canela a las 19.00 horas y la llegada sería aproximadamente el domingo día 9 de julio de 2017 a la playa de Matalascañas sobre las 19.00 horas de la tarde.
Tanto el año pasado como este año hemos tenido muchísimo apoyo de todo el mundo y estamos muy agradecidos por ello. Con apoyo, ayuda y ánimo siempre es más fácil seguir adelante y seguir trabajando.
Dani estará con nosotros en la I Travesía a nado Waingunga. Tienes toda la información e inscripciones en www.waingunga.com.