Si eres de esa familia de valientes que tiene más de un peque correteando por la casa, éste es tu post. ¿Qué pasa cuando llega la hora de irse de campamento de verano? Hay mucho que sopesar en esta decisión (este post te ayudará a elegir), pero si hay más de un hijo, esta es otra de las dudas que nos asaltará: ¿juntos o por separado?
Pues como todo en la vida, enviar a los hermanos juntos al mismo campa tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Aquí las analizamos todas para que te hagas una idea global de cómo podría ser.
Enviar a hermanos a un mismo campamento
La organización es mucho más fácil
Calcular el presupuesto, elegir dónde o qué campamento, cuadrar fechas… Sin duda es menos lío cuando los hermanos van al mismo campa.
Los papis se quedan más tranquilos
Mantenemos la zona de confort. Esto que está tan de moda ahora en los terrenos de la psicología o el coaching. La zona de confort no se altera cuando tomamos decisiones que no implican un riesgo o bastante poco. Cuando enviamos a los hermanos al mismo campamento nos quedamos más tranquilos porque en caso de problemas siempre estarán acompañados por alguien de la familia.
Enviar a hermanos a campamentos distintos
Es difícil encajar la diferencia de edad
A veces la diferencia de edad hace muy complicado enviar a los hermanos a un mismo campamento. Incluso si se llevan sólo un año, puede que tengan niveles de madurez muy dispares.
Elegir algo que les guste a todos los hermanos puede ser complicado
Cada niño es un mundo. Uno puede disfrutar a tope del fútbol, mientras que otro prefiere pasar su campamento conociendo otra cultura o aprendiendo un idioma. Lo que enriquece e inspira a cada uno puede ser muy distinto.
Los mayores pueden ver coartada su libertad
Los hermanos mayores pueden sentirse responsables del cuidado de los pequeños, lo que les dificultará vivir la libertad e independencia que un campamento de verano ofrece.
No es tan fácil hacer amigos
Cuando los hermanos van en comandita, es más complicado conocer a gente nueva y hacer amigos. En definitiva, el desarrollo como individuos, ese tesorito tan buscado en la experiencia de campamentos, se va a hacer más cuesta arriba. Les estamos trasladando a los niños el no alterar la zona de confort. Así es más cómodo, pero menos excitante y enriquecedor.
En definitiva, tú mejor que nadie conoces a tus hijos y sabrás qué decisión tomar. Y si tienes alguna duda piensa: ¿es hora de salir de mi zona de confort? Escapar de ella te puede traer muchas alegrías.